Leemos, oímos, vemos, se habla de la investigación como una urgente necesidad.

Cómo se pide, encarecidamente, que la sociedad, en todas sus formas- personas, profesionales, políticos, administración-, trabajen favoreciendo al máximo esta necesidad.  (I+D+I = Investigación, desarrollo e innovación), un concepto adaptado a los estudios relacionados con el avance tecnológico y científico que, en sí mismo, es el motor del progreso.

Recordemos un artículo de la Asociación Gerontológica del Mediterráneo recientemente publicado en este blog (asogeromed.es): “Del cerebro y otras fascinaciones”.

Pues bien, como aportación al mismo, podemos añadir que un equipo de investigadores (Figueres-Oñate M, Sánchez-Villalón M, Sánchez-González R, López-Mascaraque L)  han publicado en una prestigiosa revista científica (Stem Cell Reports, 2019; 13: 700-12)  un importante descubrimiento: La existencia de células madre neurales bipotenciales en el cerebro de ratones, capaces de generar tanto neuronas como células gliales después de nacer.

El hallazgo cambia el enfoque actual sobre la generación de nuevas células en el cerebro adulto, (enviamos al lector al artículo de AGM (ved: blog), cuya segunda parte se tituló “Un cerebro solidario”), citando que siempre se había centrado la visión en el linaje neuronal y menos en el glial, que engloba astrocitos y oligodendrocitos.

(Recordamos: Inicialmente se pensaba que las neuronas no se reproducían. Neurona muerta, neurona perdida, con todas sus consecuencias. Posteriormente, se habló de la “neuroplasticidad”, quiero decir, la cooperación del resto de las neuronas para suplir la muerte de sus vecinas y con el fin de que no se interrumpa, demasiado y en lo posible, la función psicomotora del cerebro.

Anteriores trabajos habían mostrado la existencia de células progenitoras multipotenciales (con muchas capacidades) que daban lugar a los distintos tipos neurales in vitro (en el laboratorio).

Sin embargo, hasta el momento no se había descrito una relación “clonal” (reproducción a partir de una única célula) entre células de distintos tipos, como son neuronas y células gliales, a partir de progenitores neonatales en el telencéfalo (parte más alta del cerebro) in vivo.

Las células gliales o neuroglías son células del tejido nervioso, que actúan en funciones auxiliares, complementando a las neuronas, que son las principales responsables de la función nerviosa.

El trabajo ha sido posible gracias a un nuevo método de análisis que permite marcar cada célula madre con un código de barras específico y distinto, mediante la expresión de proteínas fluorescentes de distintos colores. De esta forma, se crea un código de color estable y único en una célula que permite identificar a toda su descendencia.

El comportamiento de estos progenitores que perduran en el cerebro posnatal puede facilitar la compresión de procesos como la nueva generación de neuronas en el animal de experimentación adulto, que habrá que confirmar en el cerebro adulto humano.

El sistema nervioso se compone de dos tipos de células: neuronas y glía; siendo las neuronas las que actúan como unidad funcional básica del sistema nervioso, y las gliales las que desempeña un papel secundario de apoyo.

Francisco Mas-Magro Magro

Gerontólogo

Vicepresidente de la Asociación Gerontológica del Mediterráneo