En este arresto preventivo que sufrimos a causa del coronado nano-organismo, recibimos cual aire fresco, noticias como la que me aporta hoy la Revista de Neurología.
Tiene fecha del 16 de marzo, año 2020, y ha sido publicadoa en “The Journal of Neuroscience”, [J Neurosci 2020; 40: 1211-25]. Sus autores son, Garza KM, Zhang L, Borron B, Wood LB, Singer AC, de la Universidad Emory, Atlanta, Georgia.
Realizaron una serie de experimentos con luz parpadeante, que ha sugerido una inesperada vía de tratamiento de la enfermedad de Alzheimer (EA).
El estudio en ratones, ha descubierto que la exposición a luz parpadeando, a una frecuencia de 40 Hz, hace que el cerebro del animal libere una oleada de sustancias químicas de señalización que pueden ayudar a combatir la EA.
En experimentos realizados en 2016, con ratones afectados por EA, se descubrió que el parpadeo de la luz a 40 Hz movilizaba las células microgliales en la tarea de eliminar la placa de proteína β-amiloide.
En el nuevo estudio, los investigadores indagaron en la química del cerebro una conexión entre el parpadeo de luz y la activación microglial[1], así como con otras activaciones inmunitarias –en el animal de experimentación- y constataron un aumento de una veintena de citocinas[2] -como interleucina-6 e interleucina-4-, pequeñas proteínas que sirven de señalización para otras células.[3]
Es decir, las citocinas inducidas por parpadeo de 40 Hz tienen funciones neuroprotectoras, porque se promueve la actividad microglial – un componente del sistema neuroinmune-, y disminuye el amiloide-β (Aβ), una de las proteínas clave en la enfermedad de Alzheimer.
Se detectan, a través de la Electroencefalografía (EEG), diversas ondas de activación cerebral. Cada una de ellas nos aporta información de la situación en la actividad neuronal.
Así, en la enfermedad de Alzheimer, fase avanzada, las ondas predominantes son las Ondas Theta (3,5 a 7,5 Hz). Son las que presentan una mayor amplitud..
Estas ondas están asociadas a los estados de calma profunda, relajación e inmersión en los recuerdos y las fantasías.
Por consiguiente, cuando aparecen estas ondas Theta, se estima que aunque hay consciencia, o es muy probable que la haya, es una consciencia desconectada de lo que ocurre a nuestro alrededor y centrada en experiencias imaginarias.
Su presencia nos define una demencia en fase 6 ó 7 de Reisberg. Una alteración cognoscitiva en estadio final.
Las ondas Gamma (25 a 100 Hz), estimuladas mediante la luz parpadeante en este estudio que presentamos, son un tipo de ondas cerebrales que aparecen en estados de alerta y se cree que su presencia está relacionada con la aparición de la consciencia, con la ampliación del foco atencional y con la gestión de la memoria.
Que Dios nos proteja de esta crisis sanitaria, activando nuestras ondas Alfa o Gamma y haciéndonos entender que la base de la salud se encuentra en la higiene y la buena educación.
Francisco Mas-Magro Magro
Vicepresidente de la A.G.M.
[1] La microglia, cumple funciones similares, relacionadas sobre todo con la defensa inmunitaria y la fagocitación de elementos potencialmente dañinos para las neuronas.
[2] Las citoquinas (o citocinas) son un grupo de proteínas de bajo peso molecular que actúan mediando interacciones complejas entre células de linfoides, células inflamatorias y células formadoras de la sangre.
[3]La interleucina regula las respuestas inmunitarias.